Íntimo Fárrago
martes, 18 de febrero de 2025
jueves, 9 de enero de 2025
Nená de la Torriente
viernes, 13 de septiembre de 2024
Qué sencillas son las palabras
cuando las palabras no importan,
cuando su peso no agobia ni nos asfixia
en el límite mismo de la vida.
Un te quiero, un estaré aquí cuando vuelvas,
el reducto perfecto para estar sin ser visto
en locuras íntimas y ajenas.
Y es que quizá nadie vuelve,
y es que quizá nadie ama,
ni a la sombra que lánguida llora
bajo aquella espalda,
ni a ese tenue resplandor en los ojos
que más acá se precipita.
Me derribo aquí bajo el suelo
respirando bajito,
entre pequeñas criaturas y grandes secretos,
expectante
y en herida permanente,
por si regresa el peso de las palabras:
El agobio
y hasta la asfixia...
Nená de la Torriente
viernes, 31 de mayo de 2024
Y a cada poco una profunda revolución
No te conté ni la mitad
¿Qué sabes tú de mi alma?
A estos ojos que ves me asomo
siempre,
aplazo mis pensamientos
errados en quórum,
buceo bajo un agua diferente
¿Y dónde te quedas tú?
Somos eso peor que el animal
que busca la brecha y se
precipita
y culpa a la negritud de su caída
¿Crees que no veo pasar tus dedos
por mis renglones rotos?
¿Qué no puedo notarte
ni sentir el aliento de tu piel
sobre mis planas?
Siento miedo
de lo que se va a manifestar, y
mientras pienso
sé que está sobreviniendo,
que llega de nuevo una asonada,
un grito rauco desde dentro,
un motín en riada,
un pronombre terco que esculca
sobre mi carne,
cualquier gesto admonitorio
de
dolor.
Nená de la Torriente
lunes, 11 de marzo de 2024
Llueve y
nos volvemos terrones en tazas de té,
tan livianos, tan pacatos,
en amnesia pudibunda.
Te he escrito tantas veces
que olvido tu nombre y
el significado de nuestro pacto.
La maleza ha tomado posesión
de tu cuerpo;
pierdo la memoria de mi paso
entre esta niebla
que ciega el enorme ojo del puente,
camino a casa.
Pancista e ignava
me retiro a algún lugar
del que no sé dar domicilio,
construyo un haz de luz
en proporciones exactas
que quepa en mi palma,
así retengo el mínimo recuerdo
de mí misma
y de algún ayer,
contigo,
que ya no es el nuestro.
Nená de la Torriente